¿Pensar con IA o IA pensando por ti?
Hace poco, Claudia Restrepo y yo dimos una charla sobre pensamiento crítico: qué es, por qué es importante y cuál es el paso a paso para pensar críticamente. Entre este paso a paso que parece obvio, pero que no siempre utilizamos bien, encuentro que uno de los puntos más relevantes está en la validación de la información y las fuentes.
Hay tantas cosas que damos por sentado, que asumimos porque nos lo dijo alguien, y que no confrontamos, así tengamos por ahí una espinita que nos está diciendo: “OJO, no coma entero” (no crea todo lo que ve, dude, pregunte).
Existen miles de razones por las que lo hacemos. Puede ser cultural, de educación: “no criticar porque hacemos que el otro se sienta mal”, “no contradecir a los mayores o a los jefes”; de confianza: seguimos ciegamente a quienes son muy “tesos” o saben mucho, y porque justifica nuestros prejuicios, refuerza nuestra opinión.
En la historia de la humanidad hay países que han ganado la misma guerra, por ejemplo: Estados Unidos e Inglaterra. ¿Y quién la ganó? ¿O ambos fueron perdedores? Todo depende de quién cuenta la historia y de su contexto.
Por eso, validar la fuente es un punto fundamental en el pensamiento crítico. No tener en cuenta el contexto hace que tomemos una posición equivocada, y más grave aún (sobre todo para las empresas), que tomemos la decisión equivocada.
Hoy un error nos cuesta plata y tiempo (un recurso que escasea).
Y en ese corre-corre cotidiano han aparecido maravillosas herramientas que nos ayudan a ser más eficientes, a recortar ese tiempo que invertimos en tareas cotidianas. Estamos hablando de Inteligencia Artificial, de la cual —reconozco— apenas estoy aprendiendo.
Como buena estudiante, he empezado a sacar algunas conclusiones:
Es fácil de usar
Es muy útil
Te dice a todo que sí
Nunca me había imaginado que una máquina fuera tan condescendiente. A todo tiene una respuesta... o se la “inventa”. Me he encontrado en la práctica con información que ya no existe (promociones, empresas, etc.). Incluso hay casos muy tristes, como el de un adolescente que se quitó la vida después de mantener interacciones con una herramienta de IA que terminaron afectando negativamente su salud mental. (https://www.bbc.com/mundo/articles/c30z5lyjzygo)
Hace poco escuchaba el podcast “The Diary of a CEO”. Había un panel de expertos que analizaban si la IA puede ser uno de los mayores influyentes en el desarrollo de enfermedades mentales como el alzhéimer en las generaciones venideras. Y la conclusión es que sí, porque en muchos casos usamos la herramienta sin pensar. Le damos instrucciones confusas, esperamos mucho dando poco y esperamos que piense por nosotros, que tome decisiones y, peor que eso, que las tome con información incompleta.
No usar el cerebro hace que deje de funcionar. Amigos, el cerebro se oxida.
Evaristo Piedrahita ha sido uno de esos profesores que me ha dado un paso a paso esencial para utilizar la herramienta. Y quiero compartirlo con ustedes, porque para usar la herramienta ¡HAY que pensar! Y hacerlo críticamente.
Como ya habíamos comentado, la herramienta siempre te da gusto, y es nuestro trabajo formular la pregunta correcta y dar las instrucciones completas. Aquí se despliega otra de las cualidades que debemos cultivar: la comunicación.
Si nos equivocamos en la formulación de la pregunta, obtendremos información que no es útil para tomar la decisión: viciada, incompleta, etc.
Entonces, antes de lanzarse a hacer preguntas a la deriva, piense y escriba: ¿Qué tipo de información necesito? ¿De qué fuentes? ¿Cuál es el contexto que debo describir? ¿Qué información necesita la herramienta para interpretar mi pregunta?
Y aquí viene el 1, 2 y 3 de Evaristo. En la descripción de su prompt (instrucción o pregunta), él pide a la herramienta:
Que repita la pregunta; de esta manera, se cerciora de que el prompt quedó bien formulado.
Que haga preguntas adicionales en caso de que la información esté incompleta; que pregunte lo que no entendió.
Que valide la fuente; por ejemplo, que verifique que la información viene de una página actualizada y existente.
¿Cuál es el objetivo? Encontrar información válida que te permita tomar decisiones acertadas. Tomarse el tiempo para formular la pregunta y dar la instrucción hace que no pierdas tiempo en la ejecución, disminuye los errores y ¿adivina qué? Utilizas tu cerebro.
La inteligencia artificial no debería usarse para que tome las decisiones por ti. No debería pensar por ti. Para eso ya tienes una máquina perfecta. Está para ayudarte a que tomes decisiones más informadas, para que tengas acceso a más puntos de vista y a datos que sean relevantes.
Para esto, se hace fundamental pensar críticamente, y comunicarse de manera efectiva es el complemento perfecto.